En el consultorio, al final de la tarde, el médico da la pésima noticia:
- Le quedan unas seis horas de vida.
Desesperado, corre para casa y le cuenta todo a su mujer. Los dos deciden gastar el tiempo que resta de vida a el haciendo el amor. Lo hacen una vez, él pide repetir. Lo hacen de nuevo, él pide más. Después de la tercera vez, él quiere de nuevo. Y la mujer le responde gritando:
- ¡Ah, no, ya basta! Cómo se nota que tú no tienes que madrugar...
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